Ciudad de México, México. Una bohemia cargada de profunda sensibilidad brindó la cantautora Natalia Lafourcade en el Teatro Metropólitan la noche del 2 de mayo como parte de su “Cancionera Tour”.
Desde los primeros pasos la talentosa artista mexicana generó atmosferas poéticas emergiendo entre luces tenues y escenografías intimistas para cautivar a sus fieles.
El recital tomó vuelo rasgando la guitarra acústica al son de “Cancionera”, “De todas las flores” y “Cariñito de Acapulco”.
Lafourcade saludó a su gente:
“¡Qué buena onda, buenas noches, enorme placer estar aquí con todas y con todos ustedes! ¡Buenas noches cancioneros y cancioneras! ¡Ya llegué!”.
Añadió:
“¡Estoy aquí para celebrar la canción! ¿Qué haríamos sin la canción, sin las canciones? ¡Esta no es mi noche, es su noche! ¡Qué viva la canción!”.
Estruendosos clamores dieron bienvenida a la creadora de 41 años, inmersa en la oscuridad del escenario, erigido en un espacio de teatralidad cobijado bajo los versos sonoros de “Como quisiera quererte”, “Pajarito colibrí” y “María la Curandera”.
El repertorio consideró “Soledad y el mar”, “Mexicana hermosa”, “El palomo y la negra”, adicionando “Nunca es suficiente” en marejadas de coreos generalizados.
En constantes diálogos y conexión con los presentes, Natalia confabuló una velada de buena vibra en comunión, complaciendo en “Para qué sufrir”, “El lugar correcto” y “Amarte duele”.
Los cánticos acompañaron a cada una de las rolas sin faltar “En el 2000”, “Tú sí sabes quererme”, “Mi tierra veracruzana” y fragmentos de “La Bamba”.
Se avanzó en “Lagrimitas cancioneras”, calando las olas poéticas de “Muerte”:
“Le doy gracias a la muerte
Por enseñarme a vivir
Por invitarme a salir
A descifrar bien mi suerte
Tomando mi mano fuerte
Llenándola de vida
Es como del mal me cuida
Porque al presente me aferra
Después de morir mi guerra,
Hoy renazco agradecida,
Después de morir mi guerra,
Hoy renazco…”
Cambios de vestuarios aderezaron el espectáculo entonando “Lo que construimos”. Previamente a “Un derecho de nacimiento”, expresó Lafourcade que este tema:
“Sigue siendo esa vos que pide por nuestros derechos. Porque podamos tener un camino bonito, una vida digna, bonita, de igualdad, de reflejo, de empatía, donde nos podamos mirar de verdad… Mirarnos de verdad en los ojos, en el corazón, en el alma, y desde ahí encontrarnos. Encontrarnos como humanidad, recordar que somos una evolución constante y un tejido que va en conjunto”.
El espléndido cierre inexorable dio finiquito a los ritmos de “Hasta la raíz” y “Mascaritas de cristal”. Natalia Lafourcade dio salida en gratitudes, visiblemente conmovida ante las olas de aplausos y griteríos.
Crédito Fotos: Liliana Estrada / Ocesa.





