Sigur Rós, mágica gala orquestal en el Auditorio Nacional

Ciudad de México, México. La banda islandesa Sigur Rós entregó mágica gala orquestal en el Auditorio Nacional la velada de este martes 25 de noviembre, siendo la primera de dos fechas en el coloso de avenida Reforma donde hoy replican presentación.

El alucinante recital hizo vibrar al público desde los primeros acordes de la agrupación originaria de Reikiavik, con la presencia de los miembros fundadores Jón “Jónsi” Þór Birgisson (voz y guitarra) y Georg Hólm (bajo), sin faltar el tecladista Kjartan Sveinsson.  

Cobijados por una orquesta de 41 músicos en escena bajo la dirección de Robert Ames, aderezándose por el Ensamble Coral Cuicatl, este par de conciertos forman parte de la gira para brindar la última oportunidad de apreciarles en un acto instrumental.

La apertura tomó vuelo resonando en las almas “Blóðberg”, “Ekki múkk”, “Fljótavík” y “8”. Los asistentes se sumergieron en un viaje de ensueños sinfónicos, respetuosos guardaron silencio al ejecutarse cada tema, sentados en absoluta relajación, estallando en aplausos y griteríos al finalizar las composiciones, mostrando cariño especial al líder vocalista “Jónsi”.

Entre luces tenues, brillantes bombillas se extendían como luciérnagas astrales en escena incrustándose dentro del ensamble de músicos, calando en los corazones los arreglos en chelos, violines, trompetas, trombones y flautas.

Hipnotizó el inigualable cántico ulular espectral de Birgisson, paralelamente fiel a su estilo experimental rasgó su guitarra con un arco de chelo haciéndola chillar en distorsiones fantasmales, dándose nota a “Von”, “Andvari”, “Starálfur”, “Dauðalogn” y Varðeldur”.

 El espectáculo dividido en dos actos concedió una breve pausa, la banda fundada hacia 1994 y orquesta avanzó afinando “Untitled #1 – Vaka”, “Untitled #3 – Samskeyti”, “Ylur”, “Skel” y “Untitled #5 – Álafoss”.

Los sublimes versos sonoros conmovieron hasta el último rincón, congregando fans multigeneracionales deleitándose de cada corte de principio a fin. La escenografía sin parafernalias concentró las miradas en los músicos, sin pantalla a telón de fondo, el par de plasmas laterales dibujaban en blanco y negro a los artistas en magistral interpretación.  

El ocaso se iluminó en cierre dorado tocando “Sé lest”, “Ára bátur”, “Hoppípolla” y “Avalon”. Todos los Sigur Rós se encaminaron a los filos del escenario en gratitudes reverencias, custodiados por Robert Ames, la excelsa orquesta y ensamble coral.

Esta visita también fue la oportunidad de presentar su último álbum “ÁTTA”, además la agrupación celebra el 20 aniversario de su material “Takk…”. Esta noche del 26 de noviembre brindan una alternativa adicional en el Auditorio Nacional.

Crédito Foto: Lulú Urapilleta / Ocesa.